Joseph Riedel, la víctima equivocada







 En la noche del 10 de abril de 1937, delincuentes comunes se cruzan con un hombre que caminaba solo por las calles de Villa Ballester.  En su intento por asaltarlo, el hombre, que poco sabe del idioma castellano, se resiste y uno de los mal vivientes le gatilla el revolver a quemarropa, perforando su vientre.   Aturdido, se queda mirando como su propia sangre sale a chorros y va cayendo al piso formando un charco que parece no dejar de crecer.   En ese instante, los maleantes le quitan la cartera que llevaba consigo. Ya sin fuerzas y con dificultad para respirar, la víctima cae al suelo donde hace un último e infructuoso esfuerzo para evitar que le quitasen el vistoso reloj que llevaba en su mano izquierda.  

     Luego los asesinos huyen tranquilamente, con la impunidad que lo han hecho en otras oportunidades. Lo que no sabían, era que su víctima era uno de los más recalcitrantes simpatizantes del nacionalsocialismo en la Argentina.  De hecho, era el presidente del partido Nazi.
     Los vecinos de Joseph Riedel salieron de sus casas al escuchar las detonaciones del arma y lo encontraron moribundo frente a la puerta de su casa.  Fue llevado al hospital donde lo sometieron a una intervención quirúrgica de emergencia y algunas transfusiones de sangre debido a dos heridas de bala que le perforaron el estómago y una arteria.
     En la mañana del domingo 12 de abril, Joseph Riedel, de 39 años, murió en el hospital luego de haber luchado 26 horas por su vida. Testigos cercanos dirán que alcanzó a denunciar que sus atacantes eran comunistas y que se despidió de sus camaradas estirando el brazo derecho y alcanzando a balbucear "¡Heil Hitler!".
     El embajador Von Thermann se acercó a la familia de Riedel para expresar sus condolencias y se puso a disposición para esclarecer el caso.  En tanto, su esposa manifestó su deseo de volver pronto a Alemania junto con las cenizas de su esposo.

 Las primeras investigaciones:


  Dada la importancia del asunto, la policía dispondrá de todos los recursos para esclarecer el caso lo mas pronto posible.   La pesquisa recaerá en el jefe de división de investigaciones de la provincia de Buenos Aires sr. Fernández Bazán, del comisario inspector de Avellaneda Sr. Esteban Habiague y del comisario de San Martín Manuel Tipaldi, que están seguros de que el móvil del crimen fue robo y que los autores son vulgares atracadores, pero deben demostrarlo.  En consecuencia, no cesarán en ordenar detenciones y allanamientos día y noche en todo el partido de San Martín.  
     A una semana del hecho la policía no ha encontrado a los autores.  Por consiguiente, no logra conformar a la diplomacia argentina que esperaba evitar que trascendiera información falsa, especialmente a Alemania, ya que están seguros, le dará un significado político al hecho.  Tampoco está conforme la embajada alemana, que imprime tal presión que la noticia se dará a conocer públicamente el día 17

Comisario Sr. Manuel Tipaldi

Dr. Manuel Fresco y el comisario de San Martín Manuel Tipaldi

 La noticia que recorrió el mundo entero


     No política argentina no se equivocaba.
     La impactante noticia llegó rápidamente a Berlín y se replicó en el mundo entero, aunque serían tantas las versiones como los diarios que la publicaban.  Incluso alguno de ellos, en el afán de informar, en una misma nota publicaba versiones contrapuestas.  

  El periódico “Noticiero universal” de Barcelona, España del 17 de abril, en la sección Noticias del extranjero titulaba: “Ha causado sensación en Alemania el asesinato del jefe del nacionalsocialismo en la Argentina, José Riedel”.  
     En su primera versión de los hechos, Riedel se dirigía a su domicilio en Villa Ballester cuando le salieron al paso dos camaradas suyos y después de una breve discusión en la que lo habrían acusado de haberse llevado dinero que le pertenecía al partido, le efectuaron certeros disparos en el vientre que lo dejaron gravemente herido.  Seguidamente fue llevado al hospital donde se le practicó una delicada intervención quirúrgica que solo consiguió que dijera unas pocas palabras antes de morir.
    Una segunda versión dirá que, según informaciones facilitadas por el jefe de policía de San Martín, el asesinato de Riedel no ha tenido otro móvil que el robo. El hecho habría ocurrido el domingo a las 21.30hs en el patio de su casa, falleciendo el lunes por la mañana en el hospital.
    La tercera versión la dará un profesor alemán que prefirió no identificarse. Dijo que Riedel era el encargado de custodiar el dinero destinado al “auxilio de invierno del pueblo Alemán”, que era una campaña anual llevada a cabo por Nationalsozialische Volkswohlfahrt  (NSV) para ayudar a financiar obras de caridad, pero que en realidad servía para alimentar la caja del partido nazi en la Argentina. Al ser consultado por unos obreros alemanes nazis acerca de la suma recibida, se produjo una violenta discusión que Riedel quiso terminar sacando su revolver. En el intento de desarmarlo, salió una bala que lo hirió mortalmente.  

 La noticia en Alemania


    La noticia causará gran impresión en Alemania, donde reina el convencimiento de una única versión.  Los diarios harán largos editoriales y en una misma sintonía procurarán dar a entender que Riedel fue asesinado por comunistas: “El asesinato de Riedel es comparable con el de Gustlov, jefe del partido Nazi Suizo”, “Riedel, jefe del partido nazi en Argentina, también ha sacrificado su vida por Alemania”, “Riedel es una nueva víctima de los comunistas y de los judíos”, “El asunto Riedel, constituye un paralelo con el trágico caso Gustlov. Nuevamente un alemán establecido en el extranjero ha pagado con su vida su fidelidad al cargo que desempeñaba”, entre otros.
   El jefe del partido nazi en el extranjero de apellido Bohle ordenará colocar la bandera a media asta y las incomodidades diplomáticas llegarán a tal punto que alguno pretenderá obtener, sin éxito, las disculpas del embajador Argentino en Alemania, Eduardo Labougle.

Periódico del pueblo Sajón 16/04/1937.  "Alemán asesinado en Buenos Aires"  "Ataque a un líder del partido  alemán en el extranjero" "Los que perpetraron el hecho son comunisas"

The evening Star 24/04/1937
Noticiero universal de Barcelona 17/04/1937

El pueblo de Valencia 18/04/1937
Diari de Barcelona 17/04/1937


Esclarecimiento del hecho


    El día 17 se realiza la autopsia del cuerpo en presencia del Dr. Fritz Rechner, representante del consulado alemán donde se confirma que la muerte se debió a una bala que penetró en el estómago y en el hígado.
    Como resultado de las investigaciones, son 12 los detenidos sospechosos del crimen de Riedel que se hallan en la comisaría de San Martín.
    Finalmente, el día 24 de abril la policía comunicó oficialmente que uno de ellos, Félix Martín Bucci de 25 años, confesó que junto a su compinche le dispararon a Riedel cuando intentó resistirse a un robo. En su poder tenía el reloj de la víctima.
     Con la reconstrucción del crimen ordenada por el Dr. Ocampo Giménez el 4 de mayo de 1937, se cerraba el caso.  Haber demostrado de manera tranquila, la forma en que cometió el crimen frente una gran cantidad de personas, alemanes en su gran mayoría, provocó la ira de algunos que se acercaron para increpar a Bucci, por lo que en más de una ocasión debió intervenir la policía y soldados del escuadrón de seguridad.
     Con ello, el caso quedará totalmente claro, tanto como que en Villa Ballester residía una importante colonia de alemanes adictos a la ideología nazi que se reunía a la vista de todos en entidades creadas por la colectividad y mantenidas por la embajada alemana.                                               

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